viernes, 5 de agosto de 2011

Prueba

Es un joven elfo de ochenta años, luce una tez blanquecina y un cuerpo ligeramente
atlético. Sus rasgos faciales son refinados contrastando con una mirada maliciosa, la cual
parece buscar algo en todo aquel que lo observa fijamente. Tiene un ojo de cada color, siendo el izquierdo de color azul y el otro de color rojo, es algo que tiene desde que nació. Tiene una larga melena azabache a veces algo rebelde. Su sonrisa es inquietante, acompañada de la peculiar mirada.

Es un joven agradable y tranquilo, con mucha labia a la hora de hablar. Es activo cuando
algo le resulta interesante.
Tiene afición para crear cachivaches de ingeniería.

Lleva tatuado en el hombro izquierdo una pequeña serpiente negra, terminando la cabeza de esta en su cuello.



HISTORIA


Mi historia se remonta tiempo atrás, cuando nuestro príncipe decidió cruzar ese extraño portal a un mundo nuevo, donde aliviaría nuestra sed, nuestro dolor. Sin embargo no todo estaban de acuerdo con el príncipe y prefirieron huir en un pequeño grupo hacia el sur de los reinos del este.
Por el caminos muchos murieron debido a nuestra sed o cansancio, yo miraba a mi familia, mi pequeña hermana, mas menor que yo, por aquel entonces era un niño asustadizo. Sufrimos algunos ataques por el camino de bandoleros o la conocida horda, algunos murieron en los ataques reduciendo nuestro numero, simplemente huíamos todo lo que podíamos, tratando de no mirar atrás.

Pasaron los días, todo parecía ir bien, algunos de nosotros nos quedamos en un pequeño poblado, sanando nuestras heridas y descansando, muchos se sorprendieron al vernos tan agotados y nos trajeron comidas, por una vez en algunos días, nuestra suerte cambiaba. Mire a mi familia con una sonrisa, mi hermana aun estaba algo asustada, le acaricie la cabeza y le sonreí dándole un poco de confianza, de que todo cambiaría, ojala eso fuera cierto...

[B][I]Ese mismo dia, por la oscura noche[/I][/B]

Lo poco que recuerdo de aquella maldita noche al abrir los ojos..., eran los rostros muertos de mis padres, me levante asustado mirando a mi alrededor, todo eran llamas en esa oscuridad la horda nos había atacado. Giraba sobre mi mismo, en busca de mi hermana, rezando para que no hubiera sufrido la misma fortuna que nuestros padres. Pero algo me cogió por detrás y me subió a un carro, yo forcejaba para soltarme, me decía que me callara, mire a mi lado y había mas gente dentro, eran personas que huían del ataque, el jinete dio un grito y los caballos empezaron a correr, perdiéndose en la oscura noche, yo estaba llorando en esos momentos había perdido a mi familia, mis padres muertos y mi hermana.. quien sabe si corrió el mismo destino, una humana, era muy anciana ya me abrazo, susurrando que todo esto pasaría pronto.

lunes, 28 de marzo de 2011

El deseo +18

Era bastante tarde, bien entrada la madrugada, el silencio que reinaba en el aquelarre era extrañamente interrumpido por el crepitar de las antorchas que la iluminaban.
Una larga escalera de caracol echa de piedra bajaba a la zona inferior del lugar, donde a la izquierda y tras bajar un poco, se encontraba los dormitorios, todos los acólitos que se encontraban allí, dormían tranquilamente, pero en una de las camas algo se removía entre las sabanas, se escuchaban débiles jadeos, la extraña figura bajo las sabanas se ponía rígida, alzaba su cuerpo en un contoneo de sus caderas, la sabana cayo revelando el rostro de la muchacha, su larga melena revuelta y de un color azabache, se pegaba a su sudoroso rostro, sumido ahora mismo en el placer, su mirada perdida al techo, con los sudores resbalando por esa piel pálida y fina, parecía una muñeca bajo la poca luz de las velas que habían en el cuarto, mordía su labio inferior por tal de no soltar algún gritito, pera le era imposible no dejar escapar alguno, pese a que en esa habitación hubieran tan solo cuatro acolitas mas.

Pero..., no estaba sola, la joven miro bajo las sabanas y una cabeza emergió bajo ellas, otra chica estaba haciendo que la joven no pudiera conciliar su sueño, le sonrió y labio sus húmedos labios, tirando hacia abajo con un leve mordisco, seguido de una sonrisilla, su lengua recorrió su cuello, dándole mordiscos suaves, haciéndole sentir sus dientes de tanto en tanto, luego muy suavemente soplaba en esos mordiscos que quizás hayan dejado alguna leve marca. Ambas se miraron fijamente, acercándose hasta fundirse en un largo beso, moviendo sus cuerpos al mismo ritmo mientras se juntaban, la otra chica, cambio su rostro de golpe, presa de un placer inesperado, la joven estaba recorriendo su con dos dedos los labios mayores, haciéndole notar sus intenciones, se hacia de rogar, recorriendolos, de un modo lento y provocador....

domingo, 27 de marzo de 2011

Próximamente: Una mirada al pasado.

Proximamente, relatare un poco el pasado de Elzabeth, vivencias que tuvo, la perdida de sus padres, oscuros secretos de ella.

martes, 8 de febrero de 2011

Capitulo I: El Alzamiento

Los densos arboles del Bosque del Ocaso, los cuales no dejaban pasar ni un rayo de sol, dándole siempre ese toque siniestro y oscuro al lugar, hogar de
criaturas de todo tipo.

Mis pasos me llevaban al cementerio cerro del cuervo, donde días atrás había recibido una citación en dicho lugar, no me separaba del camino, notando como
varios ojos y murmuro, me vigilaban, sintiendo a veces sus agitadas respiraciones, por suerte contaba con mi fiel guardia vil, de nombre Haakorill, se hace
el duro, pero aunque suene raro, tendrá su corazoncillo, oscuro, pero lo tendrá. Siempre detrás mía, vigilando todo a su alrededor, imponiéndose con la enorme

hacha cargada al hombro.
Tras unos minutos caminando, mi destino estaba delante, mire a la izquierda, habían un grupo de huargens allí acampados, ambos me echaron unas cortas
miradas, antes de volverla a la hoguera que tenían echa, yo tan alegre les salude con la mano, volviendo la vista al frente, adentrándome en el cementerio,

viendo dos figuras charlando, a lo poco a poco que me acercaba, reconocía una de ellas, era bedella, la analfabeta, como la solía llamar a veces, ya que no
sabia leer y mucho menos escribir, al menos conseguí que aprendiera a escribir su nombre.
La otra persona, un humano bastante normal, de pelo corto y oscuro, con una ligera musculatura, tenia una armadura de placas, donde destacaba sus hombreras,
que parecían ser cabezas de jabalís.

Pasaron los minutos, entre las charlas, yo daba vueltas de un lado a otro, mientras bedella y la otra persona que resultaba tener el apodo de, siete.
Seguían pasando los minutos, cuando un extraño metal morado, se acerco a nosotros levitando, dando vueltas a nuestro alrededor, invitándonos a pasar mas allá
de las oxidadas y chirriadas verjas, tras unos metros, los tres divisemos una plaza y en el centro, bajo la mirada de una estatua una persona bastante alta,
diría que demasiada para ser alguien normal, llevaba unas togas y una extraña capucha, como si de un sombrero grande se tratara.

Siete exclamaba, Quien eres!?, Da la cara tío raro!

Yo simplemente me limitaba a mirar a la enigmática figura mientras decía, que si nos habíamos olvidado de el.
Bedella abrió los ojos de par en par, quedándose boquiabierta, atontada con la persona que tenia delante, por lo que pude averiguar es al que llaman El
padre, un apodo peculiar la verdad, tras un rato de charlas, Elzar, el cual era su nombre, nos miro a los tres y cruzando los brazos comenzó a decir, que
resurgió de entre los muertos, y que pronto nos volveríamos a poner en marcha, terminando de hablar, señalo a siete y con lo que parecía una sonrisa bajo su
mascara, dijo que volverían a reconstruir la espada del Umbrio... usando otra espada, y la chispa que daba el poder a la anterior... y que el seria su nuevo
portador, su nueva mano en los planes que estarán por llegar.

Mire a siete, estaba atónito a las palabras que escuchaba, parece que no se creía la noticia de ser el portador de dicha arma, con un gesto este se arrodillo
ante el padre y con unas palabras, asintió su tarea, bedella al ver el gesto también se arrodillo y me hizo alguna que otra seña para que hiciera lo mismo,
tarde en comprendedlo, pero no quedo otro remedio.

Levantaos hijos míos, escuche su voz y todos nos pusimos de pie, a la vez que lo veía acercarse a mi y con una mano en mi hombro, me pidió que fuera con
bedella a buscar un libro sobre como viajar por portales mediante el vació abisal.
Le sonreí al saber que libro buscaba, ya que sabia exactamente en que estantería solía estar, me puse en marcha y llamando a mi corcel nefasto nos pusimos de

camino a ventormenta.
Pasaron varias horas hasta llegar a la ciudad, sin pararme un momento, llegamos a nuestro destino, la biblioteca local de ventormenta, tras saludar a
[Nombre], le dije que venia a por un libro en particular que lo tomaría prestado, bedella sonrió y empezó a buscar, lógicamente no tenia ni idea de leer,
subí a la segunda planta soltando una ligera risilla por las palabras de bedella y mirando cada estantería, recorrí sus libros uno a uno, cerrando los ojos
un momento y apoyando la mano en la ultima fila de la tercera estantería, recoji el libro que buscaba, tras abrirlo y ojearlo, vi como bedella se acercaba a
curiosear las paginas.

Ya saliendo del lugar, supuse que seria una tontería volver al cementerio, por lo que me separe de bedella y dirigí mis pasos al aquelarre a recoger y
entregar algún trabajo de traducción que tuvieran para mi, cuando mi sorpresa al bajar fue encontrarme con Elzar al cual con gusto entregue el libro y el a
cambio me dio un diario polvoriento y bastante deteriorado, el cual me pidió que restaurada y recuperada lo mas que pudiera del interior.